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viernes, 26 de diciembre de 2014

26/12: Marmalade Boy Vol. 8 (Final)



26/12: Marmalade Boy – Vol. 8 (176 Págs.) - Final
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2007

Continúo finalizando series, bien a tono con el último mes del año. Y le llegó el turno a este manga shojo, bien clásico de la década del 90, titulado Marmalade Boy, pero el anime cuando fue transmitido en Latinoamérica y España fue conocido como La Familia Crece. Su autora fue la mangaka Wataru Yoshizumi, quien adornó su manga con su estilo de shojo inocente, con “personajes cutes” que en escenas de humor aparecen en Super Deformed, pero en las escenas románticas y dramáticas se benefician con primeros planos de sus rostros expresivos. Otra cosa que caracterizará a este manga serán sus escenas con ambientes pasteles y mucho humor y romance formado por casi dodecaedros amorosos, con tantos personajes secundarios que buscan conquistar a la pareja protagonista. La Editorial Ivrea se encargó de publicar la obra completa (8 tomos) con traducciones y aclaraciones a cargo de Marcelo Vicente. Este octavo tomo además, cuenta con extras en donde la autora nos cuenta los secretos de la creación de su manga.

¿Cómo termina este manga? Obviamente en un manga shojo orientado a público femenino y adolescente, tiene que haber un final feliz. Y lo más raro de todo, es que la propia autora nos aclara en los extras que ella había planeado un final muy trágico, pero por pedido de su editor debido al target que apunta la revista donde esta serie fue serializada, se optó por un final color de rosas. El final feliz se da cuando casi todos los personajes secundarios y principales quedan todos en parejita, felices y contentos. Meiko Akizuki y el profesor Namura se casan y aunque aparecen poco en este último tomo, se los ve felices. El mismo caso se da con Ginta Sou y Arimi Suzuki, que aparte también son compañeros de clase de Miki Koichikawa en la universidad. Y la última pareja, ya más forzada, es la de los más jóvenes, formada por Kei Tsuchiya y Suzu Sakuma, esta última dejando de realizar travesuras que comprometan a los protagonistas.
 Y finalmente, lo que todos los lectores y lectoras querían saber se encuentra en este último tomo, si Miki Koichikawa y Yuu Matsura terminan juntos. Y esto se debe a que los protagonistas encuentran una foto en  la que los padres de ambos, que habían hecho un “cambiasso” de parejas al estilo “swinger”, se conocieron en sus tiempos de universitarios y cabe la posibilidad de que Yuu y Miki sean hermanos. Es por eso que se separaron, y así llevan cuatro meses sin verse, ocupados en universidad en ciudades distantes. Pero obviamente no se pueden olvidar, y su amor será más fuerte que cualquier impedimento, por lo cual el destino los empujará hacia un único camino, enfrentar a sus padres y descubrir la verdad.
 Así finalizo este shojo, y mis opiniones están encontradas. Por un lado, me encontré con una serie entretenida, graciosa y con romance, ideal para los que quieran una historia de amor naif. Por el otro, la trama no la descolle, y se centra más que anda en enredos amorosos, sin más nada profundo. Pero no se le puede pedir una trama adulta y compleja a una serie que no apunta a eso, si no a entretener y hasta transmitir el amor. Para todo aquel que busque una historia que mezcle muy bien humor y romance, acá tienen una serie ideal.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

26/11: Marmalade Boy Vol. 7



26/11: Marmalade Boy – Vol. 7 (194 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2007

Anteúltimo tomo de Marmalade Boy, manga escrito por la autora Wataru Yoshizumi para la revista Ribon de la editorial japonesa Shueisha, entre 1992 a 1995. Para los lectores amantes de lo romántico o del género shojo, este un gran clásico noventoso que tuvo mucho éxito tanto en manga como en su versión animada. Y como dije en todas las reseñas, se debe a que es una historia muy entretenida, naif, inocente, con muchas escenas de humor y muchísimos enredos amorosos. Este séptimo tomo tiene un primer capítulo muy gracioso, con muchas buenas escenas que te pueden sacar una sonrisa, pero luego, como para acercarse a un final que esté a la altura, todo el buen ambiente se disipa para dar paso al drama, a muchas escenas de llanto, y a un final muy abierto que te deja con la duda de cómo finalizará el manga con el octavo y último tomo. Como en los tomos anteriores, este séptimo volumen fue publicado en el país por la Editorial Ivrea con traducciones a cargo de Marcelo Vicente.

 Centrándome en la historia del tomo en sí, se resolverá con final feliz el subplot del amor entre Meiko Akizuki y el profesor Namura, cuando Meiko viaje a Hiroshima acompañada por Miki Koichikawa en busca de su antiguo y prohibido amor. Y aunque esté al principio, me parece la mejor historia de todo el tomo, con el plus de que tiene el dibujo más elaborado, con los primeros planos y el ambiente de la playa muy al estilo de las Clamp. Pero como ya nos tiene acostumbrado Wataru Yoshizumi, luego de algo romántico y feliz, viene la bajada y depresión, el golpe bajo para mantener a las lectoras atrapadas. Y esto se da por dos partes, que a la vez estarán relacionadas. Primero, volverá el subplot sobre el verdadero padre de Yuu Matsura, quien descubrirá por unas fotos de viejos álbumes familiares que sus padres y los de Miki se conocieron en su juventud, en la época de universitarios, y por eso deducirá que en realidad él y Miki son hermanos. Esto lo llevará a una depresión, en la cual volverá a escena para ayudarlo su amigo Satoshi, y además será la excusa para que corte la relación sentimental con Miki, pero sin contarle nada ni a ella ni a su familia para no preocuparlos. Y como si esto no fuera poco para tener dramatismo y muchas escenas con los protagonistas llorando, Yuu decide irse lejos para olvidarse de todo y seguir su carrera de arquitectura en una universidad de Tokio. El tomo finaliza con una Miki dolida, pero aceptando la decisión de Yuu, decidiendo cambiar su imagen e intentar ser “una nueva persona”, dejando abierto un final en donde todo puede pasar, aunque uno imagina que en esta clase de mangas de ambiente pastel se espera el final feliz.
 Contra todo mi pronóstico del volumen pasado, el personaje de Kei Tsuchiya no tiene ingerencia en la trama, y en una obra de tantos personajes secundarios que sirvieron para el humor y para los triángulos amorosos, ya hay varios que quedan casi olvidados, como la rebelde Suzu Sakuma que apenas hace un cameo, o la pareja compuesta por Ginta Sou y Arimi Suzuki, que casi ni se muestra, seguramente debido a que en el tomo anterior tuvieron su “final feliz” y ya no pueden aportar mucho más a la trama. Aún así, es un tomo muy entretenido que precede al final, y con un ambiente tan tenso, todo esta preparado para cerrar la serie bien arriba.

domingo, 26 de octubre de 2014

26/10: Marmalade Boy Vol. 6



26/10: Marmalade Boy – Vol. 6 (194 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2007

Sexto tomo y a dos para el final para este manga shojo dibujado por Wataru Yoshizumi, Marmalade Boy, manga taquillero en la década del 90 por su historia romántica naif y dulce, y sus enredos amorosos que tocan a todos los personajes, tanto principales como secundarios. Si el tomo anterior tenía a los protagonistas, Yuu Matsura y Miki Koishikawa, viviendo ya finalmente su relación como novios con mucha felicidad, su autora no estará contento con eso, y como la historia tiene que continuar, se agrega un personaje secundario que acapara la mayor parte de la trama en este sexto tomo. En Argentina, el manga fue publicado por la Editorial Ivrea, y este tomo se editó en Marzo del 2007 con la traducción de Marcelo Vicente y las clásicas aclaraciones sobre la cultura japonesa que la editorial solía incluir en sus publicaciones.

 Volviendo a centrarme en el argumento de este volumen, el personaje que toma la posta será Kei Tsuchiya, un compañero de trabajo en la heladería donde Miki trabaja. Y es que parece como un chico guapo misterioso, que se irá descubriendo a lo largo de las páginas que se ha escapado de su casa para vivir solo, abandonando su escuela de música y el piano que tanto ama tocar, debido a que tiene un talento natural para ser pianista que lo obliga tocar por obligación y para ganar premios. Obviamente que se enamorará de Miki, y tendrán sus escenas de mal entendidos para que Yuu y Miki se peleen (instados por una rebelde Suzu Sakuma) y se genere la tensión necesaria que necesitan estos tipos de shojos.
 Pero también habrá espacio para que se desenvuelvan los carismáticos personajes secundarios, o esta obra con todos sus triángulos amorosos no sería lo mismo. Es por eso que la mejor amiga de Miki, Meiko Akizuki tendrá sus páginas en la cual ganará un premio de literatura, tendrá un enredo con Yuu, para finalizar el tomo con sus ganas de viajar a Hiroshima a ver su amado, el ex profesor Namura, y Miki la acompañará para hacerle el aguante. Sin embargo, para mí, aunque aparezcan en pocas páginas, Ginta Sou y Arimi Suzuki finalmente formalizan su relación, y tienen la escena más emotiva de todo el tomo.
 Ya a dos tomos para el final, espero a ver cómo el personaje de Kei puede influir a futuro ya que promete continuar intentando seducir a Miki, cómo Meiko resolverá su situación de enamoramiento, y finalmente como se cerrarán todos los cabos sueltos de tantos personajes de este manga que tanto divierte por sus escenas disparatadas de humor y sus escenas románticas.

martes, 23 de septiembre de 2014

23/09: Marmalade Boy Vol. 5



23/09: Marmalade Boy – Vol. 5 (194 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2007

Luego de un tomo dramático, tirando a la tragedia familiar, con la búsqueda de uno de los protagonistas de su verdadero padre, en el quinto tomo de Marmalade Boy todo afloja, y ahora el hincapié vuelve a ser la historia de amor, con pocas escenas de humor, todo tirando a lo romántico. Es por eso que su autora, la mangaka Wataru Yoshizumi hace volver los tonos pasteles, las miradas tristes, los primeros planos a los rostros. Nuevamente tenemos pocos o casi ningún fondo como punto negativo, excepto en la escena de la playa, donde se retrata el mar de manera delicada y hermosa, todo un logro. La Editorial Ivrea publicó este quinto tomo en Enero del 2007, con la habitual traducción a cargo de Marcelo Vicente.

 El tomo comienza con la resolución del culebrón anterior, cuando Yuu Matsura busque a su verdadero padre, y le pregunta al padre de Satoshi Miwa que tuvo un romance con su madre en la juventud si es que él es su verdadero padre. Una vez que se resuelve este conflicto, tenemos finalmente el blanqueamiento de los sentimientos de Yuu y de Miki Koishikawa, cuando ambos se declaran finalmente después de tantos enredos, tantos tire y afloje, tantas histeriqueadas de la protagonista. Quedará como gran escena (vuelvo a repetir) el beso en la playa. A lo largo del tomo entonces tendremos a los dos protagonistas en pareja (aunque sus padres no lo sepan, y esto de para situaciones graciosas) con muchas escenas y pensamientos románticos. Los personajes secundarios actuarán poco, aunque habrá espacio para que Satoshi persiga e intente levantar con su manera particular y graciosa a Meiko Akizuki, o que Ginta Suou empiece a sentirse atraído por Arimi Suzuki.
Pero como Wataru Yoshizumi parece divertirse poniendo trabas entre el amor de los protagonistas de su manga y armando ya no triángulos amorosos, si no dodecaedros amorosos, se introduce el personaje de Suzu Sakuma, una modelo quinceañera que actúa en un comercial junto a Yuu, y desde ahí decide apuntarle los cañones al carilindo protagonista, ya que es una joven caprichosa que obtiene lo que quiere. Es por eso que gracias a su primo Satoshi, convence a Yuu para que sea su maestro particular, y así poder acercarse. Y como si esto no fuera poco, Miki consigue un trabajo atendiendo en una heladería, y allí tiene un primer encuentro con un nuevo personaje, quien todavía no dice una palabra pero ya pinta que tendrá alguna relación con la protagonista.
 Solo queda ver en el próximo tomo como estos dos nuevos personajes podrán poner en peligro la (ahora) relación estable de los protagonistas. El culebrón no es sólo para novelas mexicanas.

viernes, 22 de agosto de 2014

22/08: Marmalade Boy Vol. 4



22/08: Marmalade Boy – Vol. 4 (190 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2006

En este cuarto tomo de Marmalade Boy, se dejan de lado prácticamente las situaciones románticas, centrándose mucho más en el drama, con algunos destellos de humor para amenizar la opresión general, claro. Y es que se nota que Wataru Yoshizumi, la mangaka autora de este clásico del shojo del 90, empezó con una comedia romántica, con personajes secundarios disparatados que le otorgaban un plus a la serie, pero que poco a poco va a esbozando una trama, un hilo conductor de fondo más allá de la situación humorística y disparatada de dos parejas de casados que se divorcian, hacen “cambiasso” de pareja y sus hijos se enamoran. Ahora, a medida que va avanzando la serie, se nos van abriendo puntas, subtramas, y por supuesto, nuevos enredos románticos entre diferentes personajes.

 Esto hace a Marmalade Boy una serie más completa, que te va enganchando, pero como punto negativo, cabe señalar el dibujo. Wataru Yoshizumi, mangaka a la que habíamos visto en trazos finos y rostros expresivos característicos del shojo, esta vez prescinde casi por completo de los fondos, dejando muchas veces los espacios en blanco, algo que realmente puede llegar a ser chocante. Obviando esto, tenemos un tomo entretenido y con un final que te deja con ganas de más.
 Este cuarto tomo se basa principalmente en una extraña y secreta relación que llevan a cabo Yuu Matsura y el Presidente del Comité de Estudiantes, Satoshi Miwa. Esto ocasionará los celos de Miki Koishikawa, y unos graciosos rumores sobre hombres mimosos entre sí. Este nuevo personaje, Miwa, funcionará por ahora básicamente para complicar la relación entre la pareja protagonista, que está cada vez más distanciada, y hasta con alguna que otra pelea. Finalmente, luego de tanto misterio, se nos revela la verdad de Miwa, y su relación con Yuu, que mejor no exponer para no spoilear y arruinar la sorpresa. Sólo mencionar que es algo grosso, complicado, nada de los disparates y escenas humorísticas que la serie nos tenía acostumbrados. El enredo romántico, aparte del que Yuu y Miki protagonizan como pareja principal, tenemos el interés romántico que Miwa tiene con Meiko Akizuki, aunque ella parece no soportarla y aún seguir enamorada de su profesor (relación que vimos llegar a mal puerto el tomo anterior).
 En resumen, un tomo recopilatorio más dramático (aunque las apariciones de los padres de Yuu y Miki siempre aportan una cuota de humor tan necesaria como efectiva), en el que parece que vamos dilucidando el pasado tan hermético de Yuu, algo que tendrá preocupada a la protagonista a lo largo de todas las páginas. El final queda en suspenso, así que espero poder leer el quinto tomo en los próximos días.

miércoles, 23 de julio de 2014

23/07: Marmalade Boy Vol. 3



23/07: Marmalade Boy - Vol. 3 (190 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2006

Continúo con el manga shojo, con otra comedia romántica. El tercer tomo de Marmalade Boy, serie que captó muchos fans en la década de los 90, está condimentado con mucho humor, con triángulos amorosos, y escenas dramáticas de mucho llanto. Todo esto hace un tomo entretenido, que se lee rápido, y hasta con la introducción de un nuevo personaje al final de tomo, como para engancharte a leer el siguiente. La autora de este viejo éxito del shojo es Wataru Yoshizumi, una mangaka que se caracteriza por su trazo fijo del shojo, dibujar poco o casi ningún ambiente, y personajes con ojos bien grandes, que logran transmitir tristeza cuando es necesario. Este tercer tomo fue publicado en Septiembre del 2006 por la Editorial Ivrea, con traducciones de Marcelo Vicente, y esta vez sin páginas de extras de parte de la autora.

 En este tercer tomo, los padres de Miki Koishikawa y Yuu Matsura que se juntaron y cambiaron de pareja, se van de luna miel, así que los dos jóvenes deben convivir solos unas semanas, motivo que dará piel a escenas graciosas y escenas melosos, con los clásicos enredos románticos que abundan en este tipo de obras. Tenemos escenas graciosas con Arimi Suzuki y Tsutomu Rokutanda, y sus pentágonos amorosos. Tenemos a una protagonista shojo (Miki) confundida entre el amor de Yuu y Ginta Suou, y deberá intentar decidir con cuál flaco quedarse. Pero eso no es todo, ya que tenemos las escenas más dramáticas a cargo de la mejor amiga de Miki, Meiko Akizuki. Y esto se debe a que se descubre su romance secreto con el profesor del colegio, y deberá intentar luchar por su amor prohibido.
 Un tomo divertido donde abundan lágrimas, locuras de los personajes secundarios, sentimientos encontrados, miradas que dicen mucho, diálogos graciosos y un dibujo bien shojo. Los seguidores del género seguro lo conocen y lo han leído, pero igualmente estamos ante una obra que se deja leer aún para los que no habituamos hacerlo.

viernes, 14 de febrero de 2014

14/02: Marmalade Boy Vol. 1



14/02: Marmalade Boy – Vol. 1 (192 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial Ivrea 2006

Para estar a tono con este Día de San Valentín, Día de los Enamorados, la reseña será de un manga japonés shojo, género orientado mayoritariamente a público femenino adolescente, con sus historias tiernas, inocentes, dramáticas pero también humorísticas. Me refiero a un clásico manga y anime de los 90, conocido como La Familia Crece, aunque su título original sea Marmalade Boy, escrito y dibujado por la mangaka Wataru Yoshizumi, y publicado en el país por Editorial Ivrea en 8 tomos recopilatorios. Este primer tomo fue publicado en Mayo del 2006, con la traducción a cargo de Marcelo Vicente. La edición argenta cuenta con los clásicos comentarios de la autora que los mangas shojo incluyen a un costado de algunas páginas.

 En la historia, los padres de Miki Koishikawa y Yuu Matsura, se conocen en un viaje a Hawai y han decidido vivir todos juntos. Pero no contentos con eso deciden hacer un intercambio de parejas. Y por si no fuera lo suficientemente raro todo ya, obligan a sus respectivos hijos a ir a la misma escuela y estar en la misma clase. El resto del tomo nos contarán situaciones graciosas que surgen por esta extraña relación entre Miki y Yuu: ¿qué pasaría si a alguno de los dos le empezara a gustar el otro? ¿Son hermanos o qué son? ¿Es una relación viable? Pero lo más importante de todo, ¿qué hacer para que nadie en tu colegio se entere de lo rara que es tu situación familiar? Y para sumar a algunas situaciones inverosímiles y divertidas, surgen enredos amorosos, con la ex de Yuu, Arimi Suzuki, y con el amigo y antiguo enamorado de Miki, Ginta Suou. Estos personajes secundarios tendrán tiempo seguramente en el resto de los tomos para complicar las relaciones y generar tensión.
  La virtud de este manga es la liviandad con la que transcurre la historia. Tenemos los clásicos tópicos del shojo: la típica protagonista muy buena y llorona, el amigo simpático y alegre, el chico misterioso y guapo, la ex del protagonista guapa y adulta, etc. Es un manga bastante culebronesco, ya que no paran de salir personajes interponiéndose en la pareja protagonista, al igual que triángulos amorosos, pero todas las situaciones son amenizadas con un humor muy llevadero (hasta naif), ya que las escenas dramáticas no son extensas y el resto de la obra te divierte y te atrapa.
 El dibujo de Wataru Yoshizumi es sencillo pero muy expresivo. Como buen shojo, hay un especial atención en la vestimenta (muy noventosa), rostros y cabellos de los personajes, aunque los fondos no estén muy detallados para ampliar las escenas humorísticas.
 Se trata de una obra recomendada para todos aquellos que no teman por sus niveles de azúcar en sangre, para las amantes del shojo, o para cualquier lector que se divierta con una comedia de situaciones bizarras pero que también hace hincapié en enredos románticos.