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lunes, 21 de diciembre de 2015

21/12: 100 Balas (Integral) Vol. 4 (Final)



21/12: 100 Balas (Integral) - Vol. 4 (592 Págs.) - Final
Brian Azzarello y Eduardo Risso – Planeta DeAgostini 2011

Como ayer, continuó con lecturas de cómics adelantados a su época, hoy con el final de 100 Balas. Tras una larga travesía de casi 10 años, con 100 números publicados, "100 Balas", esa magnífica serie creada por Brian Azzarello y Eduardo Risso, echa el telón. Y lo hace con este último tomo de la versión integral publicada por Planeta DeAgostini, libraco de casi 600 páginas, que recopila los números 100 Bullets 76 al 100. Esta última entrega me ha dejado un cierto sabor agridulce. Y no sólo porque suponga el final de la serie. Con independencia de la trama principal de conspiraciones, maquinaciones y traiciones que implicaba al Trust y sus distintas familias, el Agente Graves y sus milicianos, siempre me han parecido mucho más interesantes las pequeñas historias o subtramas ajenas a la trama principal, aquellas que ambientadas en los bajos fondos contaban crudas y realistas historias de personas anónimas o de personajes secundarios.

 La trama principal, estaba ahí, subyacente, Azzarello nos iba dejando pequeños detalles, dosificando la información, pero solo era el hilo conductor, el verdadero meollo eran esas historias más o menos autoconclusivas. Sin embargo, en este tomo final poco de eso existe,  a excepción de la brutal historia del niño pandillero Pip, porque lógicamente los esfuerzos de Azzarello se centran en tratar de cerrar la trama principal, poner al descubierto las distintas confabulaciones, y pienso que lo hace de manera un tanto atropellada y confusa. Todo sucede demasiado rápido y con demasiados giros inesperados y traiciones sobre traiciones, resintiéndose un tanto el clímax final. Como no podía ser de otra manera, todo acaba en una orgía de violencia, muerte, sangre y destrucción, donde prácticamente no queda vivo ni el apuntador. Y lo que parecía una intrincada y enrevesada trama conspiratoria de la que íbamos teniendo información con cuentagotas, de repente se nos desvela de golpe, quedando la impresión de que todo no era tan complicado como a priori parecía.
 El que sigue en plena forma es nuestro compatriota Eduardo Risso, cuyo trabajo a los lápices no sólo no ha decaído en ningún momento a lo largo de toda la serie, ni ha mostrado signos de agotamiento, sino todo lo contrario: ha ido ganando calidad con el tiempo, y en estas últimas entregas es el que ha sostenido el peso de la narración. Su increíble trabajo por sí solo justificaría seguir "100 Balas". Y además hemos tenido la increíble suerte de disfrutarlo durante los 100 números de la serie, algo más bien inaduito en el mundo del cómic actual.
 En definitiva, pese a ese amargo regusto que me queda, ello no empaña la enorme calidad de esta serie, ni los magníficos momentos que me ha hecho pasar. Creo sinceramente que lo importante no es si el final de la serie está mejor o peor resuelto (supongo que habrá opiniones para todos los gustos), sino si este largo recorrido de 100 números ha valido la pena. Y sobre eso no me cabe la menor duda que la opinión de todos aquellos que hemos seguido la serie será unánime: ha sido un viaje fascinante y totalmente enriquecedor. Por méritos propios "100 Balas" es una serie que no puede faltar en la biblioteca particular de todo aficionado al cómic, tanto en esta versión de híper lujo, como en la versión de 10 tomitos publicado en España por ECC, que se puede conseguir importada en el país en algunas convenciones o comiquerías.

sábado, 22 de agosto de 2015

22/08: 100 Balas (Integral) - Vol. 3



22/08: 100 Balas (Integral) - Vol. 3 (592 Págs.)
Brian Azzarello y Eduardo Risso – Planeta DeAgostini 2011

¿Qué nos impide matar? ¿Nuestra conciencia o la inquietud por las consecuencias? ¿Mataríamos si se nos asegurase la impunidad? Cuando uno comienza a leer 100 balas, la impresión es que está delante de una serie de arcos autoconclusivos unidos mediante el nexo común de un misterioso hombre trajeado que, siendo presentado como un demiurgo parcialmente omnipotente, resulta capaz de proporcionar la excusa perfecta para sugerir al lector un debate ético: el que plantean las relevantes preguntas que abren este párrafo. 100 Balas es, lectores, lo más cercano a una gran novela gracias a ingredientes como] el poder, la violencia, la conspiración, la venganza, la riqueza, la pobreza, el sexo, la Historia y el destino de America.

Tras conocer una terrible verdad acerca de su pasado, Wylie Times debe tomar una decisión que, como la proverbial mariposa, podría inclinar la balanza en la guerra entre los Milicianos y el Trust, con Dizzy y Shepherd como testigos de excepción. Además, el bestial Lono y Loop forman equipo fuera de prisión, en busca de un nuevo compañero que les acompañe en su particular senda de destrucción. En este revelador volumen también nos reencontramos con una Megan Dietrich que viaja a Miami para asistir a una reunión con la escalofriante cúpula del Trust encarnada por la familia Medici, con Mr. Branch metido hasta el cuello en la guerra del Agente Graves contra sus antiguos jefes y con Lono desatado más sediento de sangre que nunca. Otros viejos conocidos de los milicianos como Dizzy Cordova, Jack Daw, Wylie Times o Loop también hacen su aparición junto con algún nuevo fichaje, en un volumen fundamental para afrontar la recta final de la serie.
Como siempre, Brian Azzarello y Eduardo Risso nos brindan un nuevo festival de diálogos punzantes y violencia brutal. La cantidad de imágenes sangrientes, de torturas, muertes, violaciones que tuve que leer en este libraco enorme, son incontables y pueden ser chocantes para cualquier lector, aunque quien haya llegado a esta altura de la serie, querrá seguir leyendo más y más, porque 100 Balas tiene ese “algo” que te hace enganchar y no solar los libros.
 La edición integral de Planeta DeAgostini ya no se consigue en comiquerías, pero siempre se puede conseguir en páginas de compra y venta, aunque a un precio enorme, por su carácter especial de coleccionista. Este tercer y anteúltimo tomo (que recopila los números 100 Bullets 51 al 75) es un volumen compacto, que conjuga bien su voluntad recopilatoria con la comodidad de lectura y que, además, es estéticamente solvente. Las tapas blancas resultan elegantes y encuadernado resistente.
 A un solo tomo del final, y ya debo decir que con una edición tan lujosa, que queda estéticamente tan bien en la biblioteca y te entretiene de tal manera, que todo lo que pague por esta edición integral vale la pena.

miércoles, 1 de julio de 2015

01/07: Wonder Woman Vol. 1



01/07: Wonder Woman Vol. 1 (96 Págs.)
Brian Azzarello y Cliff Chiang – ECC Ediciones 2012

Sigo leyendo los primeros números de las series del New 52, para conocer qué rumbos han tomado con este reboot. Antes no podía imaginarme a Brian Azzarello al mando de una serie superheroica convencional (leí malas críticas de su participación en Superman) y que, además, se trataría de Wonder Woman. Descubro casi con asombro que el prolífico creador de de 100 Balas forma parte de ese grupo de autores que se proponen redefinir, uno por uno, todos los mitos de DC.  Su elección, Wonder Woman, resulta más sorprendente si uno piensa en todo el trasfondo que ha acompañado históricamente al personaje (avión invisible incluido) y que puede convertirse en un problema de cara al estilo más bien serio y maduro que caracteriza al guionista.  El dibujo es de Cliff Chiang, un autor bastante desconocido. Su estilo, no me convence en absoluto. Aunque atinado a la hora de transmitir cierto dinamismo en las escenas de acción, lo encuentro ineficaz en cuanto al reflejo de las emociones. 

 Tal vez sea ése el propósito, tal vez esto busque conseguir una diferenciación radical del estilo preciosista reinante y de paso afianzar la sensación de que ésta no es la Diana que conocíamos. Por otro lado, el look que luce la protagonista sí que me gusta. El traje de batalla se aleja de la reciente versión empantalonada para volver a la más tradicional, aunque sustituyendo los detalles dorados por plateados, lo que me parece un acierto (sobrecarga menos). 
 La historia es caso aparte. La apuesta de Azzarello no es lo que podríamos llamar arriesgada ni excesivamente original, pero al menos sí tiene el valor de alejarse de la línea marcada por lo que ha venido haciéndose con el personaje. Lejos de sumergirnos en el entorno superheroico, el autor opta por un acercamiento a la mitología griega y, a diferencia de lo que pasa en la mayoría de las series tras el reinicio, reescribe el origen del personaje alejándolo bastante del concepto original.
 La diosa Hera, harta de las infidelidades de Zeus, decide hacérselo pagar no a él, sino a Zola, una pobre muchacha sin más culpa que la de haber sido seducida por el mismísimo Rey del Olimpo. Debido a la intervención de Hermes, Wonder Woman se ve involucrada en todo el asunto y termina salvando a la chica (y al hijo que lleva dentro), convirtiéndose así en su protectora. Tras el incidente, el grupo (que incluye al herido dios mensajero) acude a Isla Paraíso, el hogar de las amazonas, donde Diana conocerá por las malas la verdad sobre su nacimiento y donde tendrán lugar multitud de desgraciados sucesos.
Al tiempo de todo esto, conoceremos a más y más deidades que van tejiendo una intrincada trama digna de los “enredos de la corte” que caracterizan a la mitología clásica. 
 Uno de los detalles más sorprendentes de la serie es la transformación de los personajes con respecto a sus homónimos de la vieja DC. Descubrimos aquí a una Wonder Woman más violenta y seria de lo que cabría esperar y, sobre todo, a una reina Hipólita prácticamente desconocida (ya descubriréis por qué).
En general, como todo, las particularidades de la serie tendrán sus detractores, así como también habrá quien las considere la clave de su genialidad. Personalmente espero una evolución positiva en los próximos números, ya que si algo ha hecho Azzarello es ganarse cierta confianza.
 Si todo va según lo previsto (mientras Azzarello participó en la serie), esta adquirirá ese sabor característico del guionista, un sabor que puede provocar cierto rechazo al primer contacto pero que termina por convertirse en un agradable regusto que hará de esta etapa algo memorable. Que sea para bien o para mal, depende del lector.

miércoles, 24 de junio de 2015

24/06: 100 Balas (Integral) Vol. 2



24/06: 100 Balas (Integral) - Vol. 2 (592 Págs.)
Brian Azzarello y Eduardo Risso – Planeta DeAgostini 2011

Sociedades secretas, gángsters, agentes vestidos de negro, cien balas, un maletín. Una de las series emblema del sello Vertigo abandera la causa del género policíaco al más puro estilo de Tarantino, bebiendo por el camino del hardboiled más moderno. El Brian Azzarello de "100 Balas" nos habla de una historia de venganzas y trapos sucios, de planes a largo plazo, con una precisión narrativa bastante sobresaliente a la que acompañan los dibujos del argentino Eduardo Risso con su grafismo sencillo, pero plagado de detalles tales como expresiones faciales, posturas o gestos. Propósitos claros, e intenciones algo difusas es lo que todo esperamos de una historia con estas características, de un thriller cuajado de acción, tiros y tipos “heavys”.

 Este segundo volumen recopila los números 100 Bullets #26-50, que como indica su nombre, a cien balas, cien números. Cada uno de estos tomos en formato integral que publicó Planeta DeAgostini en tapa dura (cinta de lectura incluida) recoge un total de veinticinco números publicados en su momento en formato grapa revista, por lo que en mi estantería termino con cuatro lujosos e imprescindibles volúmenes. Sus portadas son claramente identificables al primer vistazo por su llamativo color blanco conteniendo un motivo simbólico acorde con la historia contada, simulando una mancha de sangre, pues "100 Balas" es un relato salpicado de abundantes cantidades de violencia.
 Erotismo, pasiones, sensualidad, algo de sexo, realmente la serie contiene de todo lo que podemos encontrar en el género, si bien desde un punto de vista algo distinto. Una de esas cualidades es la de no saber a ciencia cierta el desarrollo de los acontecimientos. Llegados al número cincuenta de la serie todavía no conocemos hacia donde se dirigirán los tiros, tan sólo tenemos leves nociones de los propósitos de ciertos personajes como el Agente Graves, el gran iniciador de todo este tinglado. Otros personajes parece que existen sólo por el puro afán de sobrevivir, de luchar un día más, burlar a la policía a golpe de ametralladora, o simplemente por el simple gusto de la violencia desatada, aunque no nos quepa duda que algún motivo oculto habrá tras todos sus movimientos. Buena parte de este segundo volumen, se desarrolla entre los muros de una prisión de máxima seguridad, por lo que estamos hablando de una trama carcelaria en toda regla.
 Algunos de esos personajes comienzan su andadura en la serie desde ese escenario, mientras que otros ya conocidos a medio camino terminan sus pasos entre sus cuatro paredes. "100 Balas", al igual que las películas de Quentin Tarantino, termina reuniendo a ciertos personajes, entrelazando sus vidas e historias de una forma totalmente inesperada, en uno de los mayores éxitos de la colección. Los que hayan llegado hasta aquí deberán seguir leyendo para desenredar toda la madeja de "100 Balas" que se ha ido formando con pequeñas historias y tirones del argumento más o menos general. De lo que no hay duda es que los amantes del cómic deberían por lo menos tener una copia de esta historia de tipos duros, bellezas fatales y barrios turbios, entre los tomos de sus estanterías.

viernes, 24 de abril de 2015

24/04: 100 Balas (Integral) - Vol. 1



24/04: 100 Balas (Integral) - Vol. 1 (592 Págs.)
Brian Azzarello y Eduardo Risso – Planeta DeAgostini 2011

Tras todo el tiempo transcurrido desde el inicio de su publicación en 1999 por parte de la editorial Vertigo (sello de DC Cómics), hasta su fin en 2009, 100 Balas continúa siendo una de las favoritas junto a clásicos indiscutibles del cómic adulto como pueden serlo The Sandman, Hellblazer o Fables. En los guiones de Brian Azzarello y los lápices del argentino Eduardo Risso se esconde una compleja novela negra en formato de cómic que gira en torno a un misterioso personaje conocido simplemente como Agente Graves, el cual selecciona a diferentes personas (desconocemos al inicio si intencionadamente o al azar) para entregarle un maletín que guarda en su interior una pistola junto a cien balas irrastreables, así como pruebas del causante de la desgracia del sujeto, que puede ser alguien cercano o bien un completo desconocido. Es ahí cuando salta el mecanismo de venganza que todos tenemos en nuestro interior.

 Con esa premisa se consigue fraguar el creciente interés del lector que va pasando páginas sin parar con el único fin de adquirir cada vez más información sobre la personalidad del Agente Graves, pero sin darse cuenta de que una vez comenzado el relato es imposible dejarlo de lado. Con las dosis justas y oportunas, mediante capítulos cortos con escenas de acción o diálogos entre personajes, Azzarello va soltando perlas de información para que vayamos atando cabos paulatinamente, sin revelar en ningún momento el propósito de Graves o de los diferentes motivos que se ocultan tras todos los personajes que desfilan por la novela gráfica, ni siquiera sobre la trama global de la serie.
 Los personajes de 100 Balas son malhablados, malhumorados (muchos de los personajes vienen de barrios marginales), y los tipos duros disparan a quemarropa cuando se les presenta la ocasión. La violencia está presente, también el sexo, aunque de una forma demasiado contenida, con el erotismo a la vista, que aunque bien puede dar pie a situaciones de obligado contenido explícito, ni el guionista ni el dibujante lo permiten, cerrando la escena para cambiar de personaje o de entorno. No es ese el propósito de 100 Balas, el suyo es del de hacer pasar una buena experiencia al lector que busque sensaciones fuertes en un cómic, o el de suplir el ánimo de novela negra en un cómic de buena factura.
 Los dibujos de Eduardo Risso se adecuan perfectamente a lo que Azzarello quiere contarnos a lo largo de los cien números que va a durar la serie (tantos como balas tiene el maletín de Graves), plasmando con corrección las actitudes, expresiones o gestos de todos los personajes que desfilan por la novela, también de la volubilidad del guión y sus cambios constantes (para ello se emplean diferentes técnicas de viñetas). No se trata de un dibujo excelente, el sello Vertigo nunca ha destacado excepcionalmente por esa cualidad como sí han hecho otras empresas, pero sí uno que está a la altura de las expectativas y no defrauda con lo que el cómic quiere contarnos, la sensación que nos quedará en el momento en que cerremos las tapas de este primer integral. Podemos decir que los fondos pecan muchas veces de demasiado simplistas, aunque es claramente un recurso intencionado para resaltar la presencia del personaje en viñeta, así como la modernidad de la trama y el constante paisaje urbano por el que se mueve el guión. No olvidemos la citada mención a los coloristas Grant Goleash y Patricia Mulvihill, sin cuya profundidad a las pinturas no sería lo mismo, ni tampoco sin las geniales portadas de Dave Johnson (la edición integral trae recopilatorios al final), todos ellos nominados a varios premios en diferentes categorías.
 Ahora comentemos un poco la edición de esta edición recopilatoria de Planeta DeAgostini. Es bien sabido que 100 Balas ha tenido una edición un poco segmentada en español, primero de mano de Norma Editorial, luego por parte de Planeta DeAgostini publicando lo que faltaba, y luego por ECC en 10 tomos en tapa rústica. Realmente no hay problemas en seguir la serie agrupada por arcos argumentales, pero si hay que elegir una edición para leer 100 Balas, esa sería sin duda la edición definitiva, la que viene en cuatro cómodos tomos integrales en tapa dura con su cinta de lectura roja, a la sazón de 25 números USA en cada tomo, de unas seiscientas páginas cada uno.

domingo, 8 de junio de 2014

08/06: Flashpoint: Batman - El Caballero de la Venganza



08/06: Flashpoint: Batman - El Caballero de la Venganza (64 Págs.)
Brian Azzarello y Eduardo Risso – ECC Ediciones 2012

Hora de volver a la realidad alternativa de Flashpoint, evento en el que veíamos como el nuevo Batman es nada más y nada menos que Thomas Wayne, el padre de Bruce, quien murió a manos del ladrón que originalmente mataba a sus progenitores. Este Batman resultaba ser más huraño, rabioso, violento y urbano. Aún más. Y sin ningún miramiento a la hora de ejecutar a los criminales. Mientras las demás miniseries de Flashpoint se limitaban a contar batallas y aportaban información sobre las nuevas versiones de personajes conocidos y poco más, en "Batman: El Caballero de la Venganza" se profundiza en el personaje. Todo un acierto que para dicha tarea sena elegidos Brian Azzarello y Eduardo Risso para el guión y dibujo respectivamente, los autores de la aclamada serie 100 Bullets.

 Un tema del que se puede sacar bastante de Batman es la pregunta: ¿qué es lo que hace salir a Bruce Wayne todas las noches disfrazado de murciélago para partirse la cara con seres iguales o peores que él? Se han dado varias versiones; desde que Bruce no quiere que se repita lo que le pasó, hasta el tema de la justicia y la venganza, pasando por el hecho de que lo hace para superar la muerte de sus padres, o para recibir su aprobación desde el más allá. Aquí todo está más claro: venganza, simple y llanamente
 Azzarello y Risso nos zambullen en una historia que bien podría haber sido sacada de sus "100 Bullets". Un relato policiaco, con tintes de héroes pulp, siniestros, y terroríficos, sobre todo conforme avanzamos en la trama y descubrimos los enemigos a los que debe hacer frente Batman. Enemigos como Killer Croc en su vertiente más serial killer y, por supuesto, el Joker, una de las sorpresas del especial. Poco puedo hablar de él sin desvelar algún importante spoiler, pero su llegada marca las mejores escenas del cómic. Tampoco pueden faltar (como en toda versión alternativa de las aventuras de cualquier personaje de cómic) los diferentes secundarios que pueblan las aventuras de Bruce Wayne. Desde un Comisario Gordon que es el mejor amigo de Thomas Wayne, hasta un Pingüino que resulta tener negocios con el doctor, pasando por Renee Montoya, Harvey Dent e incluso Selina Kyle, que aparece en unas emotivas y perturbadoras viñetas.
El guionista, Brian Azzarello, cumple con creces. Batman va con su tono, y todavía más si resulta ser un Batman que puede manejar a su antojo, sin continuidad, sin setecientos números detrás, hasta el punto de que este Batman bien podría tener su serie regular, donde explorar su periplo hasta convertirse en lo que es. Además, crea un especial que puede leer cualquiera, ya sea seguidor veterano de la serie o no; aunque sólo sepas lo importante y general del personaje puedes disfrutar este cómic.
En cuanto al apartado gráfico, Eduardo Risso sigue tan magistral como de costumbre. Sus viñetas llenas de sombras, acompañadas de una narración exquisita, completan el guión. Hacen un equipo perfecto; sí, separados son capaces de mucho, pero juntos elevan sus trabajos al cielo.
 Resumiendo, tenemos el mejor tie-in de Flashpoint entre manos. Una joyita tanto para seguidores regulares de Batman, como para personas que apenas lean cómics y quieran probar algo autoconclusivo. Una delicia.