miércoles, 1 de julio de 2015

01/07: Wonder Woman Vol. 1



01/07: Wonder Woman Vol. 1 (96 Págs.)
Brian Azzarello y Cliff Chiang – ECC Ediciones 2012

Sigo leyendo los primeros números de las series del New 52, para conocer qué rumbos han tomado con este reboot. Antes no podía imaginarme a Brian Azzarello al mando de una serie superheroica convencional (leí malas críticas de su participación en Superman) y que, además, se trataría de Wonder Woman. Descubro casi con asombro que el prolífico creador de de 100 Balas forma parte de ese grupo de autores que se proponen redefinir, uno por uno, todos los mitos de DC.  Su elección, Wonder Woman, resulta más sorprendente si uno piensa en todo el trasfondo que ha acompañado históricamente al personaje (avión invisible incluido) y que puede convertirse en un problema de cara al estilo más bien serio y maduro que caracteriza al guionista.  El dibujo es de Cliff Chiang, un autor bastante desconocido. Su estilo, no me convence en absoluto. Aunque atinado a la hora de transmitir cierto dinamismo en las escenas de acción, lo encuentro ineficaz en cuanto al reflejo de las emociones. 

 Tal vez sea ése el propósito, tal vez esto busque conseguir una diferenciación radical del estilo preciosista reinante y de paso afianzar la sensación de que ésta no es la Diana que conocíamos. Por otro lado, el look que luce la protagonista sí que me gusta. El traje de batalla se aleja de la reciente versión empantalonada para volver a la más tradicional, aunque sustituyendo los detalles dorados por plateados, lo que me parece un acierto (sobrecarga menos). 
 La historia es caso aparte. La apuesta de Azzarello no es lo que podríamos llamar arriesgada ni excesivamente original, pero al menos sí tiene el valor de alejarse de la línea marcada por lo que ha venido haciéndose con el personaje. Lejos de sumergirnos en el entorno superheroico, el autor opta por un acercamiento a la mitología griega y, a diferencia de lo que pasa en la mayoría de las series tras el reinicio, reescribe el origen del personaje alejándolo bastante del concepto original.
 La diosa Hera, harta de las infidelidades de Zeus, decide hacérselo pagar no a él, sino a Zola, una pobre muchacha sin más culpa que la de haber sido seducida por el mismísimo Rey del Olimpo. Debido a la intervención de Hermes, Wonder Woman se ve involucrada en todo el asunto y termina salvando a la chica (y al hijo que lleva dentro), convirtiéndose así en su protectora. Tras el incidente, el grupo (que incluye al herido dios mensajero) acude a Isla Paraíso, el hogar de las amazonas, donde Diana conocerá por las malas la verdad sobre su nacimiento y donde tendrán lugar multitud de desgraciados sucesos.
Al tiempo de todo esto, conoceremos a más y más deidades que van tejiendo una intrincada trama digna de los “enredos de la corte” que caracterizan a la mitología clásica. 
 Uno de los detalles más sorprendentes de la serie es la transformación de los personajes con respecto a sus homónimos de la vieja DC. Descubrimos aquí a una Wonder Woman más violenta y seria de lo que cabría esperar y, sobre todo, a una reina Hipólita prácticamente desconocida (ya descubriréis por qué).
En general, como todo, las particularidades de la serie tendrán sus detractores, así como también habrá quien las considere la clave de su genialidad. Personalmente espero una evolución positiva en los próximos números, ya que si algo ha hecho Azzarello es ganarse cierta confianza.
 Si todo va según lo previsto (mientras Azzarello participó en la serie), esta adquirirá ese sabor característico del guionista, un sabor que puede provocar cierto rechazo al primer contacto pero que termina por convertirse en un agradable regusto que hará de esta etapa algo memorable. Que sea para bien o para mal, depende del lector.

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