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sábado, 26 de diciembre de 2015

26/12: The Sandman Vol. 7: Muerte



26/12: The Sandman – Vol. 7: Muerte (504 Págs.)
Neil Gaiman, Craig Russel, Milo Manara, Frank Quitely, Dave McKean, Miguelanxo Prado, Bill Sienkiewicz, Glenn Fabry, Charles Vess y Michael Zulli – Planeta DeAgostini 2010

Guardemos un minuto de silencio. Primero, porque estamos en un velatorio y, segundo, porque Sandman llega a su fin. Una de las mejores series que nos ha dado el Noveno Arte el punto final de la creación de Neil Gaiman. El viaje que empezó hace ya algunos años nos ha dado tantas alegrías y buenas historias que uno no puede más que estar triste, con una sensación de vacío que difícilmente se podrá llenar con otra serie El británico ha sabido dosificar a la perfección los arcos argumentales que trataban la historia principal intercalando otros de relatos más ligeros. Siempre dejaría caer algún que otro dato o detalle que, por minúsculo que pareciera, retomaría en el futuro para darle más importancia, un juego que Gaiman sabe manejar a la perfección. En esta ocasión, este extenso tomo recopila la saga orquestada en los números The Sandman 70 al 75, y la miniserie The Sandman: Endless Nights.

El triste escenario que nos vamos a encontrar en este volumen, El Velatorio, deja paso a uno de esos mensajes positivos que tanto dan que pensar: todo sigue su curso, nada termina realmente ya que siempre permanece en la memoria. Todos los personajes que han pasado por la serie estarán presentes para la despedida, todos Los Eternos presentarán el respeto que su hermano se merece. Sí, puede que estemos despidiendo a un viejo amigo pero a la misma vez nos están presentando a sus sucesor. De nuevo el guionista juega con nuestras emociones: despedimos a Morfeo y damos las gracias por haber existido, por haber vivido todas las aventuras que hemos podido disfrutar junto a él.  Una historia como El Velatorio necesitaba de un tono uniforme en el apartado gráfico. El elegido es Michael Zulli que gracias a un estilo realista logra captar el tono necesario para elevar la historia a un nivel sobresaliente.
 En cuanto a la miniserie Endless Nights, la primera historia está dedicada a Muerte, posiblemente el personaje más popular del universo Sandman. Un reencuentro entre la hermana de Sueño y un soldado que vuelve a Venecia años después de haberse encontrado ambos. El dibujo es de Craig Russell, quien ya había trabajado en Sandman y aplica con sabiduría cambios de trazo para las diferentes épocas.
 La segunda historia está dedicada a Deseo, junto a Desespero mis dos eternos preferidos. El dibujante es Milo Manara, a quien Gaiman reverencia. Se nota porque la historia está compuesta como si de una de Manara se tratara. Algo parecido pasa con la siguiente historia, dibujada por el gran Miguelanxo Prado. Aquí Gaiman nos permite disfrutar del arte del gallego, quizás en un contexto más interesante que el erotismo de Manara. Este relato está dedicado a Sueño, quien acude a una reunión de los Eternos, acompañado de Killallla, su amada. Es una especie de origen del universo con los astros conociéndose y un joven Sol atento a todo lo que pasa.
 Capítulo a parte es Desesperación, obviamente dedicado a Desespero. Son quince micro historias, pensamientos sueltos. Fragmentos de una mente rota y dañada donde hay historias de dolor y soledad. Gaiman es particularmente hábil en esta parte del cómic, con versos violentos y donde el lápiz de Dave McKean brilla. Esta parte casi forma parte de un díptico con el capítulo dedicado a Delirio y dibujado por otro de los grandes, Bill Sienkiewicz. Quizás el pequeño cuento donde hay que rescatar a una joven es mucho más narrativo dentro de la compleja estructura que forman estas dos historias. Una maravilla.
 Y hasta aquí llegó Sandman, una obra inmortal que conviene ser revisitada cada cierto tiempo ya que está estructurada para descubrir nuevos detalles con cada relectura que se le haga. Gaiman no ha sido capaz de repetir la inmensidad de una obra que ha conseguido traspasar las fronteras del cómic y ser catalogada como Literatura, algo que no está al alcance de muchas historietas. Pero claro, Sandman es mucho más que una historieta. Felices sueños.

lunes, 23 de noviembre de 2015

23/11: The Sandman Vol. 6: Destino



23/11: The Sandman – Vol. 6: Destino (528 Págs.)
Neil Gaiman, Kevin Nowlan, Marc Hempel, Charles Vess, Teddy Kristiansen y Glyn Dillon – Planeta DeAgostini 2010

Llega el momento de ponerse triste ya que nos encontramos ante la penúltima entrega de una de las series más influyentes que ha parido el cómic americano en todo su historia. Sandman: Las Benévolas (saga recopilada en este tomo) supone otra vuelta de tuerca más a la historia de Morfeo y todos los personajes que lo han acompañado a lo largo de este apasionante viaje. Neil Gaiman no ha dejado de asombrar con todo lo incluido en cada uno de los arcos argumentales, ya sea por medio de “la historia principal” o utilizando esos relatos cortos que tan buen resultado le han dado. No es el caso de este volumen compuesto por 13 números (The Sandman 57 al 69) convirtiéndose en la historia más larga de la colección, solo hay que echar un vistazo al grueso volumen.

La lucha final contra Las Furias esta cada vez más cerca y el viento que sopla parece que traerá consigo alguna baja. El dramatismo de esta parte deja entrever la increíble planificación que el guionista británico ha tenido desde el principio de la colección ya que muchos de los personajes y muchas de las tramas que han ido apareciendo anteriormente irán confluyendo hasta el apabullante final. Es en Las Benévolas donde mejor se ve que nada de lo que hemos leído hasta ahora estaba puesto ahí por azar, todo tenía una finalidad, una razón de ser.
 Gaiman demuestra lo buen narrador y, sobre todo, dialoguista que es en cada una de las páginas que componen este tomo, algo que queda patente especialmente en esta entrega en la que la historia transcurre de manera lenta y pausada, y en ningún momento resulta una lectura pesada o tediosa, al contrario, Las Benévolas es uno de esos guiones en los que seremos incapaces de dejar de leer hasta haberlo consumido en su totalidad. Cada uno de los personajes que forman parte de la narración ha sido perfectamente perfilado y construido por el guionista.
 Para terminar de aportar ese punto de magia que deben tener todas las obras maestras, gente como Kevin Nowlan, Glyn Dillon, Charles Vess, Teddy Kristiansen y, sobre todo, Marc Hempel realizan un trabajo soberbio a la hora de ilustrar el guión de Gaiman. Es este último, Hempel, el que dibuja la mayor parte y el resultado no puede ser mejor ya que la imaginación, espectacularidad y originalidad con que compone las páginas que firma no tienen parangón alguno. Más merito tiene, si cabe, tratándose de un dibujante con un trazo tan particular y que para nada desentona con lo que se está contando.
Tan solo nos queda un volumen más, la última parada en un viaje que, para bien o para mal, no podremos olvidar nunca.

viernes, 27 de marzo de 2015

27/03: The Sandman – Vol. 2: Deseo



27/03: The Sandman – Vol. 2: Deseo (496 Págs.)
Neil Gaiman, Kelly Jones, Charles Vess y Collen Doran – Planeta DeAgostini 2010

Cada vez estoy más entusiasmado con la obra maestra de Neil Gaiman. A sus magníficas tramas hay que sumarle un nivel de erudición sobresaliente. Cuando lees “Sandman” estás leyendo sobre Mitología, Literatura, Filosofía, Historia, y todo ello ubicado en un mundo sobrenatural fascinante. En este volumen 2 titulado “Deseo” se recopilan los números: The Sandman 17 al 28.
En la primera saga argumental, titulada El País de los Sueños, tenemos cuatro historias unitarias (los números 17 al 20). Empezamos con Calíope, que toma como título el nombre de una musa de la mitología griega, y nos cuenta la historia de un escritor que se enfrenta al bloqueo de ideas. Desesperado, este escritor llamado Madoc, decide plegarse ante la exigencia de otro miembro de su gremio: Erasmus Fry. Éste le pide que le traiga un tricobezoar (una bola de pelo humano que supuestamente tiene grandes poderes curativos). A cambio, Fry le regala a Calíope, una musa que insufla una fuente de inspiración inagotable a los escritores.

En Un sueño de mil gatos, un gato que se encuentra apaciblemente dormido en la casa de sus amos es despertado por un compañero que, ante la noticia de que se avecina un interesante acontecimiento, lo invita a ir al bosque. Allí, una especie de profeta felino cuenta la historia de que, una vez, el mundo era dominado por los gatos y los humanos eran sus esclavos. Los humanos descubrieron que si soñaban que el mundo lo gobernaban ellos, esto se cumpliría. Para que esto sucediera, tendrían que soñarlo mil personas a la vez. ¿Qué pasaría si fueran mil gatos los que soñaran que el mundo fuera de nuevo suyo?
 En El sueño de una noche de verano, Gaiman nos trae a un Shakespeare en el apogeo de su carrera. Absorto en su trabajo, consumido por el deseo de perfección, el dramaturgo inglés apenas ve a su familia. En el campo, acompañado por su hijo de 11 años, es contratado por el dios del Sueño para que deleite con su obra a un abanico de seres extraordinarios. Todo un deleite. Y por último en Fachada, aparece la superheroína, ya bastante olvidada, Element Girl. Amargada por un rostro decadente y por su incapacidad para relacionarse con los humanos, se ve encerrada en su piso teniendo como principal contacto con el exterior a una persona al otro lado del teléfono. El desenlace, todo un impacto.
 La segunda saga, titulada Estación de Nieblas, es mi historia favorita. Dividida en seis capítulos y un epílogo, arranca con una reunión familiar de Sandman y el resto de los Eternos. Enfrascados en distintas discusiones, a Sueño se le echa en cara que, una vez, sintiéndose rechazado por Nada (una fémina de belleza insondable), condenó a ésta a hospedar en el infierno eternamente. Afectado por esta decisión, Sueño decide ir al infierno a rescatar a Nada. Consciente del peligro, se despide de sus más allegados, pero lo que Sueño no podía saber es que le esperaba una gran sorpresa: Lucifer, el todopoderoso rey del Averno, está cansado y decide dimitir de sus obligaciones. Le cede la llave del infierno a Sueño y decide marcharse a no se sabe dónde, hastiado de la vida en el inframundo. Cuando todos los dioses y demonios se enteran de que Sueño posee la llave del infierno, van a visitarlo a su palacio, exhortándole, cada uno con sus argumentos, a que ellos deben ser los dueños de la llave y, por extensión, reyes del infierno. En “Estación de Nieblas” podemos ver un enorme abanico de personajes mitológicos, desde el dios Thor hasta Azazel, pasando por ángeles y hadas de todo tipo. Todos anhelan el inframundo. Pero, ¿quién estará destinado a ganar la llave?
 Espero que este artículo motive a los que todavía no han leído la obra maestra de Neil Gaiman a hacerlo. Estoy seguro de que disfrutarán de la lectura del cómic tanto como yo, y para que no haya excusas de conseguirlo, ECC publica en una edición nacional todo The Sandman en diez volúmenes, aunque el precio sea un poco alto.