martes, 7 de julio de 2015

07/07: One Piece Vol. 12



07/07: One Piece – Vol. 12 (192 Págs.)
Eiichiro Oda – Larp Editores 2013

Las cosas no podían ir mejor para Luffy. Ya es, oficialmente, un pirata. ¡Un cartel pone precio a su cabeza! Pero la vida del navegante es incierta y la fortuna cambiante. ¿Es que no va a lograr alcanzar la entrada al Grand Line? Una nueva prueba para el joven aspirante a rey de los piratas. Así empezamos con la segunda etapa de la serie, despidiéndonos del East Blue y dándole la bienvenida al Grand Line, algo que venía esperando leer desde que comencé esta serie que Larp Editores publica erráticamente en nuestro país, la serie más vendedora de Japón, One Piece, creada por el mangaka Eiichiro Oda, quien a veces es criticado por un dibujo simplista, pero también idolatrado por una trama que no decae para una serie tan longeva.

 Al llegar a los Cabos Gemelos, Luffy y su banda se topan con Laboon, una inmensa ballena isla, así como con Crocus, el farero encargado de cuidarla. Laboon mantenía una promesa con una banda pirata, pero ya han pasado 50 años desde aquello, y los piratas con los que viajaba en el pasado no han hecho acto de presencia. Viendo que los compañeros de la criatura no van a cumplir su promesa, Luffy establece otra con él, lo cuál llena de felicidad al animal. Atentos a Laboon y Crocus, porque son dos personajes que mucho, pero mucho más tarde, adquirirán una gran importancia en la historia.
 Por otro lado, se nos presenta a la organización criminal Baroque Works, y a algunos de sus agentes de frontera, como Mr. 9, Miss Wednesday, Mr. 8 y Miss Monday, así como a los Unluckies, Mr. 13 y Miss Friday. Esta banda criminal será el motor en torno al cuál gire la trama durante los primeros compases de esta segunda parte de la serie.
 Este hilo conductor será el que lleve a la banda a su primer destino en esta ruta por el Grand Line, la ciudad de Whisky Peak, en la isla Saboten, un lugar que parece celebrar con regocijo la llegada de piratas, pero que en realidad es una tapadera bajo la cual los cazarrecompensas miembros de Baroque Works se encargan de capturar a estos. Y dado que estamos ante el inicio de una nueva etapa en la serie, el tomo va bien servido de las típicas aclaraciones sobre los entresijos de este nuevo mar, centrándose sobre todo en las aleatorias condiciones meteorológicas de estas aguas, en el Log Pose y en la zona de mar conocida cómo el Calm Belt, a parte de la curiosa entrada al Grand Line, la Reverse Mountain. Una reseña con demasiada información para los que no han leído este tomo, me temo
 De todas maneras, tenemos un tomo introductorio bastante disfrutable, que marcará el inicio de nuevas sagas, y de una etapa que tiene muchos elogios de los fans.

lunes, 6 de julio de 2015

06/07: Scalped Vol. 4: La Grava en Tus Tripas



06/07: Scalped Vol. 4: La Grava en Tus Tripas (144 Págs.)
Jason Aaron, R.M. Guéra y Davide Furnó  – Planeta DeAgostini 2009

Aquel que decida hacerse con este volumen descubrirá que la obra se distribuye en dos apartados. En primer lugar veremos cómo avanza la relación entre Dashiell Caballo Terco y su perniciosa amante Carol. De esta manera se presenta un relato pesimista, de derrumbe y rendición. Esta historia en dos capítulos dará paso a La Grava en tus Tripas, cuerpo y desenlace del tomo. Es tradición entre algunas tribus indias otorgar el alma empaquetada de un difunto a un familiar o allegado. Lo curioso es que el alma empaquetada de Gina Caballo Terco es otorgada nada menos que a Lincoln Cuervo Rojo, el autoritario líder tribal y principal cabecilla del crimen organizado que impera en la reserva. Este cacique iniciará a propósito de esta circunstancia un proceso de redención.

Por otra parte encontramos a Dino Oso Pobre. Este joven nativo, al que conocimos más atrás malviviendo como limpia suelos, inicia un coqueteo con el entorno de la criminalidad. Su esperanza es reunir el suficiente dinero como para algún día poder escapar junto a su hija de su maltrecha vida. Y como factor desencadenante de los dramáticos acontecimientos descubriremos a Mr. Brass. Se trata del enviado de la banda de hmongs (una mafia oriental) que lidera Johnny Tongue. Este pequeño ser, un sádico extremo de gran perversidad, conducirá a nuestros dos protagonistas a un contundente desenlace que traerá consigo graves repercusiones en el futuro.
En la función de dibujante del primer relato encontramos al Davide Furnò. El ilustrador confiesa utilizar mucho la fotografía a la hora de basar su trabajo, sin embargo el resultado es más bien el opuesto. Estéticamente no difiere excesivamente del trabajo de Guéra; sin embargo el arte de los dos primeros episodios consigue su propia impronta y personalidad. Dos capítulos más tarde encontramos el regreso del dibujante habitual de la serie, R.M. Guéra. En su impecable línea acostumbrada, el artista centroeuropeo nos regala un arte preciso y descriptivo, que consigue llegar con eficacia a cualquier lugar que el guión requiera.  Del guionista no hace falta aclarar, las maravillas que logra Jason Aaron al explorar la psicología de sus personajes, darles tridimensionalidad y no bajar la calidad de la serie, son todo un logro de este autor.
 Dudo que las dos historias englobadas en La grava en tus tripas decepcionen al seguidor de la colección. Porque los relatos contienen una efectiva mezcla de emociones, drama, sordidez y violencia. Ambas piezas suponen nuevos elementos que se suman a la sólida construcción que representa la serie. Sin embargo, tras estas penetrantes historias no queda una huella demasiado trascendental dentro del argumento principal. Respecto al apartado gráfico, ahí sí que mi stock de argumentos críticos queda vacío. El dibujo, entintado y color son francamente un motivo tan incontestable, que sólo por disfrutar del grafismo de Scalped ya vale la pena comprar el cómic.
En definitiva, considérese este tomo por recomendado a todo aquel que disfrutó la colección en las entregas anteriores. Y al que todavía no conoce esta obra, le aconsejo que le dé una oportunidad.

domingo, 5 de julio de 2015

05/07: FullMetal Alchemist Vol. 12



05/07: FullMetal Alchemist – Vol. 12 (192 Págs.)
Hiromu Arakawa – Norma Editorial 2007

Con este número llego a la docena de mangas de Fullmetal Alchemist que he leído publicados al español por Norma Editorial. Puede encontrarse la serie completa de 27 tomos en comiquerías argentinas, aunque también puede encontrarse la edición kazenban, con más páginas por tomo y contenidos extras para coleccionistas, como para que ninguno se quede sin disfrutar de este manga, escrito y dibujado por Hiromu Arakawa. Pasando directamente al tomo, en esta duodécima entrega tenemos un inicio en el que vemos cómo se continúa con la línea que se dejó entrever en los anteriores. Si muchos pensábamos que el combate entre Lust y Roy Mustang podía ser sólo un hecho puntual y el manga seguiría avanzando de la forma habitual regalándonos algún combate tan espectacular como el comentado, en realidad estábamos completamente equivocados.

 Los hermanos Elric se encuentran luchando en un callejón contra Scar, el ishvalí de la cicatriz en la cara, a la espera de que su plan se vea completo ante la aparición de algún homúnculo, y Ling Yao y su guardaespaldas se han encontrado con King Bradley y Glutonny, a los que se verán obligados a plantar cara para poder salvar la vida. Son dos combates en los que el desarrollo es completamente distinto, ya que en el primero veremos a tres alquimistas en acción atacándose con diversas técnicas, en el segundo hay una clara superioridad de los homúnculos (algo que beneficia, y mucho, el desarrollo de un personaje como es Ling Yao que hasta ahora se planteaba como cómico y pega un salto importante dentro del elenco de protagonistas del manga).
 Aunque la acción predomina en los dos primeros capítulos, no podemos olvidar que una de las grandes facetas de Hiromu Arakawa es la de ir enlazando las tramas con un alto contenido emotivo que no dejan, prácticamente nunca, impasible al lector. La aparición de Winry, así como la situación que se da en el callejón, me parece uno de las mejores partes dentro de Fullmetal Alchemist. Además, hay que tener en cuenta otro punto de suma importancia, y es que, si bien hasta ahora estaban muy bien definidos los dos bandos, ahora parece que Scar está empezando a tomar importancia al verse acompañado de ciertos aliados que ya vimos en los anteriores números, y no hay que pasar por alto que, por fin, Edward, Alphonse, Mustang y compañía empiezan a tener sospechas sobre quién puede ser un homúnculo dentro del ejército.
 Hasta ahora yo pensaba que estaba interesante, pero ahora se puede decir que lo encuentro mucho más que eso, que no veo el momento de leer el siguiente número.
 En definitiva, Fullmetal Alchemist es un manga que mejora exponencialmente número a número y mes a mes. La autora sabe enfocar, en el momento preciso, la historia de la forma adecuada para que ninguno de los géneros quede olvidados. Saber mezclar temas de extrema seriedad con las bromas de Ed y demás es digno de reconocimiento por su parte. No puedo añadir nada más acerca de la serie. Si alguien aún está dudando sobre comenzar algún manga, debería decidirse por éste.

sábado, 4 de julio de 2015

04/07: Biblioteca Marvel – Spiderman – Vol. 7



04/07: Biblioteca Marvel – Spiderman Vol. 7 (162 Págs.)
Stan Lee, Steve Ditko y John Romita – Cómics Forum 2004

De este séptimo volumen de Spiderman es muy importante para los fanáticos del lanzaredes, y del Universo Marvel también. Publicado por Forum dentro de su colección Biblioteca Marvel, este séptimo tomo tiene el final de la etapa de Steve Ditko en la colección del arácnido, quien se marcha de Marvel dando un portazo enojado con el guionista Stan Lee, y como si esto fuera poco, también vemos las primeras historietas de la etapa de John Romita, dibujante que deja una marca indiscutida en la historia de Spiderman, tanto es así que su dibujo del trepamuros se considera como el “definitivo”, el que han imitado todos los dibujantes que le siguieron. Este tomo recopila los números Amazing Spider-Man 37 al 41, y Daredevil 16 y 17, publicados originalmente entre Junio y Octubre de 1966.

 En la primera historia se nota mucho que Steve Ditko está a leguas de su potencial. Es una aventura en la cual Spiderman investiga la amenaza de un robot que quiere destruir los inventos de Norman Osborn, presentándonos por primera vez al padre de Harry Osborn.
 Los siguientes dos números (Daredevil 16 y 17), son una pequeña saga en la que Spidey participa en la colección de Daredevil, en la estrategia que usaba Marvel en su época, en la cual sus personajes populares hacían crossover con los personajes que tenían menos ventas, como es este caso. En esta mini saga, el Hombre sin Miedo y Spiderman lucharán entre ellos en muchas páginas, por culpa del Merodeador Enmascarado que les tiende una trampa, para aprovechar sus distracciones y poder robar mientras tanto. El dibujo de estas historias está a cargo de John Romita, quien hacía los dibujos de la colección del cuernitos en esa época.
 Y en el siguiente número (Amazing Spider-Man 38), tenemos por fin la última colaboración de Steve Ditko para la serie del trepamuros. Se titula “Just a Guy Named Joe”, y se dice que es una referencia a una disputa que tuvo con Stan Lee, en la cual este último quería que Green Goblin revele su identidad como Norman Osborn, mientras que Steve Ditko quería que la identidad secreta del villano sea la de cual ciudadano sin lazo con Peter Parker. La historia de este último número de Ditko es autoconclusiva, en la cual un tipo llamado Joe, que es ninguneado como luchador, consigue súper fuerza y se enfrenta al lanzaredes.
 Ahora sí, comienza la etapa de John Romita en la faz gráfica, y esto se nota ya en los siguientes dos números, que tienen una mini saga muy entretenida, en la cual Romita aún conserva la grilla de 9 cuadros por página que usaba Ditko, pero ya se notan sus elaboradas expresiones faciales que tanta fama le dieron al dibujante en la década del 50, cuando dibujaba cómics románticos. En esta saga, se descubre por fin la identidad secreta de Green Goblin, cuando éste se enfrente a Spiderman y descubra su identidad también. Aunque al final parece un poco estirada, es una saga muy entretenida, con una pelea a todo o nada entre el villano y el héroe, ambos conociendo la identidad del otro y sus desventajas.
 La última aventura del tomo es autoconclusiva, y hace su debut el primer villano co creado por Romita, que es Rhino, un villano poderoso que buscará secuestrar al hijo astronauta de Jonah Jameson para “venderlo” a las otras potencias que buscan la carrera espacial, una temática muy hija de su época, en la década del 60.
 Me atrapo mucho leer este tomo, y le pongo muchas fichas a la etapa clásica de Romita al frente de esta serie, así que a leer el próximo volumen.

viernes, 3 de julio de 2015

03/07: Las Aventuras de Fede y Tomate Vol. 1: Hay que Salvar a Tomate



03/07: Las Aventuras de Fede y Tomate Vol. 1: Hay que Salvar a Tomate (48 Págs.)
Luciano Saracino y Gerardo Baró – Pictus 2011

A todo niño le fascina el circo. Los elefantes, los equilibristas, los trapecistas, el mago, el león, los malabaristas que escupen fuego. Es una edad donde la carpa de colores todavía conserva su magia, antes del desencanto propio de la adultez que revela los ámbitos circenses como espacios menos amigables y más sufridos que el imaginario infantil. Quizás por eso no puede haber medias tintas en un relato ambientado allí. Es para adultos o es para niños, como en ¡Hay que salvar a Tomate!, la historieta de Luciano Saracino y Gerardo Baró. Y esto me llevó a comprar este libro como regalo para la sobrina de mi novia, que recién comienza con la lectura secuencial, y cuando yo también lo leí, no me defraudó para nada mi elección.

 ¡Hay que salvar a Tomate! constituye, además, la primera entrega de una serie de libros (“Las aventuras de Fede y Tomate”) enfocados en un niño y su gato (Fede y Tomate, respectivamente). Se trata de historias con una narrativa pensada para chicos pequeños. Está narrado en primera persona, como modo de acercarse al lector, con cuadros grandes y coloreados en tonos suaves bien “amigables”. La historia es un conjunto de peripecias, enredos y equívocos bastante divertidos que se suceden en un registro muy similar al de algunos dibujos animados clásicos y que evita la violencia imperante en la televisión.
 Cuando Fede descubre que el circo llegó a su barrio, se escabulle para ver de cerca al león. Una cosa lleva a la otra y el chico se encuentra a su gato en manos del dueño del espectáculo, para “servir” al león. El “villano” de turno, sin embargo, no es un tipo malvado. Algo más parecido al vecino que inventa alguna historia truculenta para asustar a los chicos del barrio que la señora que pincha la pelota de cuero porque volvió a caerle en su jardín. Al final de la historia, como si hubiera que evitar andar angustiando a los chicos, un par de vueltas de tuerca diluyen el “peligro” que sufren los personajes, camino al final feliz.
La lectura es muy ágil, con viñetas grandes (hasta cuatro por página) y con muy poco texto. La acción no se detiene nunca, excepto para acrecentar cierto efecto dramático, y la historia no tiene tiempos muertos. Toda la trama está pulida y se lee de una punta a la otra sin interrupciones (aunque es cierto que se trata de un libro corto).
Hay hasta cierta épica en el relato, con el niño enfrentado situaciones aventureras desafiantes a la vez que lidia con sus sentimientos por una chica del barrio (Florencia). Quizás haya también cierta glorificación del escenario. Lo dicho al comienzo: los circos de verdad son lugares menos amigables y más sufridos que el del cuento.
 Por otro lado, esta primera entrega presenta como protagonista excluyente a Fede, pero deja varias puntas a desarrollar: ¿qué papel tiene Tomate en la vida del chico?, ¿cuál es la relación entre ambos?, ¿cuál es el mundo del gato?, ¿cuál es el rol de Florencia en la vida de Federico?
Hay un segundo volumen que seguramente voy a regalar porque ha gustado mucho, y que inexorablemente también voy a leer, para sacar mi niño interior con esta divertida historieta para chicos.

jueves, 2 de julio de 2015

02/07: Buda Vol. 6



02/07: Buda Vol. 6 (278 Págs.)
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini 2002

Con Siddartha recién iluminado (llamándose ahora Buda), está listo para empezar a compartir su sabiduría con los demás seres vivos. Los primeros en escuchar el mensaje de Buda fueron una manada de ciervos, que se sentaron atentamente a escuchar sus sermones sobre el sufrimiento universal. Pero al final de este tomo, lo tenemos ya como un gran maestro, con muchas personas que quieren ser sus discípulos y entienden que es un ser iluminado, y que tiene la salvación de sus almas. Así que después de 5 extensos tomos anteriores, por fin el protagonista llega a su etapa que todos conocemos, la de un monje sabio, aunque aquí se le otorga casi una habilidad sobrenatural para la curación. Debo decir que hasta el momento, es el tomo que más me ha entretenido, tal vez por que los personajes ya están muy afianzados.

 Y mientras la historia de Buda se trata en predicar su mensaje, Tatta y Yatala  se enfrentan como los campeones de dos ejércitos diferentes, con Tatta luchando en un intento de obtener acceso a la familia real de su enemigo, para poder vengar el asesinato de su familia; mientras que Yatala es simplemente demasiado grande y feo para ser aceptado en cualquier otro ámbito de la vida, así que vivir luchando es todo lo que puede hacer. La ironía es que ambos quieren darse por vencidos y seguir a Buda con sus enseñanzas.
Este sexto volumen está lleno de crueldad y sacrificio en algunas partes, por lo que Osamu Tezuka, el Dios del Manga, lo mecha con muchas escenas de humor anacrónicas, como que los personajes comenten hechos modernos en este contexto antiguo donde transcurre la historia, y hasta hace que Tatta rompa la cuarta pared, al decir que se saca el casco de combate porque a Tezuka le dificulta dibujarlo muchas páginas así.  Me ha resultado también muy interesante la posición que Buda ha adoptado, entendiendo que debe compartir sus hallazgos con los demás. Sin embargo, la enorme tarea de convencer a los demás de que su camino es el mejor camino para  llegar a la iluminación y al reconocimiento de uno mismo, es todavía difícil de abordar.
 El guión de Tezuka es tan firme como siempre, añadiendo sus elementos de post-modernos. Su obra sigue siendo totalmente coherente, con los seres humanos caracterizados al estilo manga, y los animales  al estilo Disney, y con asombrosas y hermosas vistas naturales que han caracterizado a la serie desde el principio. Este es otra excelente adición a una serie épica que no se debe perder.

miércoles, 1 de julio de 2015

01/07: Wonder Woman Vol. 1



01/07: Wonder Woman Vol. 1 (96 Págs.)
Brian Azzarello y Cliff Chiang – ECC Ediciones 2012

Sigo leyendo los primeros números de las series del New 52, para conocer qué rumbos han tomado con este reboot. Antes no podía imaginarme a Brian Azzarello al mando de una serie superheroica convencional (leí malas críticas de su participación en Superman) y que, además, se trataría de Wonder Woman. Descubro casi con asombro que el prolífico creador de de 100 Balas forma parte de ese grupo de autores que se proponen redefinir, uno por uno, todos los mitos de DC.  Su elección, Wonder Woman, resulta más sorprendente si uno piensa en todo el trasfondo que ha acompañado históricamente al personaje (avión invisible incluido) y que puede convertirse en un problema de cara al estilo más bien serio y maduro que caracteriza al guionista.  El dibujo es de Cliff Chiang, un autor bastante desconocido. Su estilo, no me convence en absoluto. Aunque atinado a la hora de transmitir cierto dinamismo en las escenas de acción, lo encuentro ineficaz en cuanto al reflejo de las emociones. 

 Tal vez sea ése el propósito, tal vez esto busque conseguir una diferenciación radical del estilo preciosista reinante y de paso afianzar la sensación de que ésta no es la Diana que conocíamos. Por otro lado, el look que luce la protagonista sí que me gusta. El traje de batalla se aleja de la reciente versión empantalonada para volver a la más tradicional, aunque sustituyendo los detalles dorados por plateados, lo que me parece un acierto (sobrecarga menos). 
 La historia es caso aparte. La apuesta de Azzarello no es lo que podríamos llamar arriesgada ni excesivamente original, pero al menos sí tiene el valor de alejarse de la línea marcada por lo que ha venido haciéndose con el personaje. Lejos de sumergirnos en el entorno superheroico, el autor opta por un acercamiento a la mitología griega y, a diferencia de lo que pasa en la mayoría de las series tras el reinicio, reescribe el origen del personaje alejándolo bastante del concepto original.
 La diosa Hera, harta de las infidelidades de Zeus, decide hacérselo pagar no a él, sino a Zola, una pobre muchacha sin más culpa que la de haber sido seducida por el mismísimo Rey del Olimpo. Debido a la intervención de Hermes, Wonder Woman se ve involucrada en todo el asunto y termina salvando a la chica (y al hijo que lleva dentro), convirtiéndose así en su protectora. Tras el incidente, el grupo (que incluye al herido dios mensajero) acude a Isla Paraíso, el hogar de las amazonas, donde Diana conocerá por las malas la verdad sobre su nacimiento y donde tendrán lugar multitud de desgraciados sucesos.
Al tiempo de todo esto, conoceremos a más y más deidades que van tejiendo una intrincada trama digna de los “enredos de la corte” que caracterizan a la mitología clásica. 
 Uno de los detalles más sorprendentes de la serie es la transformación de los personajes con respecto a sus homónimos de la vieja DC. Descubrimos aquí a una Wonder Woman más violenta y seria de lo que cabría esperar y, sobre todo, a una reina Hipólita prácticamente desconocida (ya descubriréis por qué).
En general, como todo, las particularidades de la serie tendrán sus detractores, así como también habrá quien las considere la clave de su genialidad. Personalmente espero una evolución positiva en los próximos números, ya que si algo ha hecho Azzarello es ganarse cierta confianza.
 Si todo va según lo previsto (mientras Azzarello participó en la serie), esta adquirirá ese sabor característico del guionista, un sabor que puede provocar cierto rechazo al primer contacto pero que termina por convertirse en un agradable regusto que hará de esta etapa algo memorable. Que sea para bien o para mal, depende del lector.