jueves, 15 de enero de 2015

15/01: DMZ Vol. 1: Sobre el Terreno



15/01: DMZ Vol. 1: Sobre el Terreno (128 Págs.)
Brian Wood y Riccardo Burchielli – Planeta DeAgostini 2007

Con una expectación enorme por leer excelentes críticas, hoy es objeto revisión: DMZ (Demilitarized Zone, o Zona Desmilitarizada) de la mano de Brian Wood (alma mater de un proyecto que guioniza, co-dibuja y para el que diseña las portadas) y Riccardo Burchielli (limitado al apartado gráfico como co-dibujante). La edición que publica Planeta DeAgostini está en la misma línea de trabajo que la editorial desarrolló para el sello Vertigo: tomo en rústica de 128 páginas a color, análogo al TPB USA correspondiente, y que recoge las cinco primeras entregas de esta serie. El volumen goza de una traducción correcta, y cuenta con un prólogo a cargo de Brian Azzarello y un texto final a cargo del mismo Brian Wood. Los únicos –y minúsculos defectos que le veo son no contar con numeración de colección, y carecer de un extra imprescindible que sugiero incluir en el futuro: un mapa de Manhattan para poder seguir mejor los acontecimientos. Por lo demás, un trabajo impecable.

 En un futuro cercano, lo imposible se ha hecho realidad. Una Segunda Guerra Civil asola todo Estados Unidos. Con el Ejército y la Guardia Nacional embarcados en guerras preventivas a lo largo y ancho del mundo, pequeños grupos antisistema de carácter paramilitar se hicieron fuertes en las ciudades del Medio Oeste y Nueva Jersey. Tras unirse en un eventual Ejército de los Estados Libres (Free States Army en el original), este movimiento de intenciones poco claras avanzó sin apenas oposición hacia la Costa Este, con las capitales administrativa (Washington) y cultural (Nueva York) en el punto de mira. Esta situación acabó por prolongarse hasta convertir la actual Manhattan en la Zona Desmilitarizada de la contienda; una tierra de nadie evacuada y protegida por un armisticio donde sólo quedan civiles que se niegan a abandonar sus hogares, mendigos, bandas urbanas y francotiradores. Ningún civil puede acceder a la Zona Desmilitarizada; nadie en el exterior conoce las condiciones día a día del verdadero frente de guerra. Sin embargo esta situación pronto va a cambiar: durante la realización de un programa especial para la cadena Liberty News Network, el equipo periodístico a cargo es atacado y masacrado por la milicia local. Sólo Matthew Roth, un joven fotógrafo recién incorporado, sale con vida. Desorientado y perdido, tendrá que escoger entre tratar de salir de la isla o hacer el reportaje corresponsal de su vida, consiguiendo lo que muy pocos en su profesión logran y todos sueñan: contar la verdad en primera línea y arriesgando el pellejo.
 DMZ es una buena serie, con guiones notables y un aspecto gráfico de primer orden. Quizás el principal “pero” que pueda ponérsele sea que, sobre todo en el primer arco argumental, la narración es algo confusa y precipitada, como si se quisiera contar demasiado en muy pocas páginas. Podría pensarse que es éste un estilo que vehiculiza bien lo que en definitiva es una crónica bélica, pero de ser así no podría ser idéntico en los pasajes más intimistas. A todo esto hay que añadir el hecho de que el lector que no sea estadounidense, a menos que conozca de primera mano el contexto urbano en el que se desarrolla la serie, no se sentirá tan sobrecogido por ver los lugares comunes de los neoyorquinos convertidos en zona de guerra. Pero lo cierto es que DMZ encierra también numerosas virtudes, ya que los guiones ganan enteros cuando se narran pequeñas historias autoconclusivas como las dos que cierran el tomo, siendo precisamente la fuerza dramática de la vida diaria bajo la sombra de un conflicto armado lo que potencia el desarrollo argumental y la construcción de personajes. A esto hay que sumarle la frescura de ver un cómic con gran fuerza en sus guiones y que prescinde de todo elemento fantástico, sobrenatural o artificioso para enmarcarse dentro del relato periodístico puro y duro.
Con un dibujo de Burchielli minucioso y detallista, en especial con todo lo referente a arquitectura, vehículos y ropajes, este es un cómic que gustará a aquellos que busquen algo diferente, comprometido y consistente.

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