sábado, 9 de mayo de 2015

09/05: One Piece Vol. 11



09/05: One Piece – Vol. 11 (192 Págs.)
Eiichiro Oda – Larp Editores 2013

Un buen capitán siempre es responsable de su tripulación. Ésa es una de las cosas que Luffy aprendió de Shanks y en este onceavo volumen, ha llegado el momento de demostrarlo. Tras la batalla de Arlong Park, Luffy y Nami se dirigen al lugar en el que murió el legendario pirata Gold Roger, primer propietario del One Piece. Pero eso no es todo. Dos viejos enemigos están a punto de reaparecer; nada menos que Buggy y Alvida. También vemos la culminación del combate final entre Luffy y el hombre-pez Arlong. Una saga ligada a las emociones de Nami y su trágico pasado. Esa es una de las cosas que me gustan de esta serie, los combates no siempre se dan por querer detener al típico villano megalómano. Rara es la vez en la que no hay implicado en este tipo de enfrentamientos algún trasfondo mayor, y esto dota a los combate de un componente sentimental muy grande, sana costumbre de su autor Eiichiro Oda.

 Este tomo es importante además porque por primera vez la Banda del Sombrero de Paja se da a conocer al mundo, cuándo su capitán recibe su primera recompensa, de 30 millones.
 Y tras esto, llegamos a la saga de Loguetown, donde se nos presenta a dos secundarios muy importantes: el Capitán de la Marina Smoker, y la Sargento Mayor a su cargo, Tashigui (que guarda un asombroso parecido con Kuina). Además, recuperamos a los dos antiguos villanos que mencioné anteriormente (sorprende el cambio de Alvida). En otro orden de cosas, es en esta clase de tomos dónde descubrimos la diferencia entre un buen y un mal narrador, con cierto recurso explotado hasta la saciedad: el deux ex machina. Entiéndase por esto, para los ajenos al término, a aquellos acontecimientos que tienen lugar sin ninguna explicación lógica aparente, y que surgen para permitir que la trama siga su curso, evitando cualquier apuro. Así pues en este tomo tenemos dos: la adquisición de las nuevas espadas de Zoro, y la no-ejecución de Luffy.
 El primer caso podría obviarse un poco, ya que hay una cierta explicación detrás, pero aún así lo incluyo. Zoro adquiere las mejores espadas de la tienda sin pagar. ¿Por qué? En parte porque sí, pero Oda logra vendernos la moto con una escena impagable en la que Zoro pone a prueba la maldición de la Kitetsu con su propia suerte. Su arrojo casi demente se gana la admiración del dueño de la tienda, que le confía su sueño a través de la espada más valiosa de su tienda.
 Y el otro deux ex machina es la suerte que tiene Luffy, cuando un rayo le salva de morir decapitado. Pero esto puede resultar algo orquestado. Oda ya nos avisa de la inminente tormenta un capítulo antes, a través del pronóstico de Nami, y Smoker nos "justifica" el porqué, incitándonos a que nos dejemos llevar por la casualidad. Ya que para Luffy convertirse en el Rey de los Piratas, ¿es su sueño o su destino?
 Esta longeva serie, que sigue su marcha irrefrenable en su Japón natal y no parece tener un final cercano, sigue su publicación en el país de la mano de Larp Editores con las traducciones de Agustín Gómez Sanz, y resulta atractivo para cualquier amante del shonen, y para cualquier chico que esté entrando al mundo del manga, ya que su dibujo y su argumento resulta amistoso para los más jóvenes.

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