jueves, 22 de mayo de 2014

22/05: Real Vol. 7



22/05: Real – Vol. 7 (238 Págs.)
Takehiko Inoue – Editorial Ivrea 2008

Siempre volveré a las obras de Takehiko Inoue, es un vicio que me puede. Y en este caso continúo con Real, la obra introspectiva del autor japonés que realiza en sus períodos de “descanso” de su otra serie que realiza actualmente, Vagabond. Como fanático del básquet, la serie lo toma como elemento, pero no es un manga deportivo como lo fue su serie éxito Slam Dunk. Esta historia se basa en las maneras de tomar la vida de los protagonistas, muchos en sillas de ruedas, y su manera de seguir adelante, de sentirse útiles y competitivos es el básquet en sillas de ruedas. Como siempre en sus obras, los sentimientos retratados por Takehiko, los simbolismos, el valor que toman pequeñas acciones, miradas y silencios juegan un papel fundamental.

 En este séptimo tomo Hisanobu Takahashi no aparece ni en una sola página, y eso que el tomo anterior se había basado prácticamente en su manera de lidiar con su discapacidad y la relación con su padre. Pero ahora la trama se centra mucho más en un partido de básquet, y en cómo progresaron sus vidas hasta el momento Totomi Nomiya y Kiyoharu Togawa. Nomiya tiene interesantes momentos, ayudando al equipo de los Tigers en su entrenamiento antes de los juegos preliminares, apoyándolos a gritos en el partido y hasta dando consejos, como una especie de entrenador, algo que se menciona a lo largo del tomo que Tigers carece, y ahora que Nomiya ha perdido su trabajo (y con él su deseo de ser útil en la sociedad), tal vez tengamos un destino marcado y un papel para jugar en esta historia.
Kiyoharu Togawa es tentado a pertenecer al equipo de Dreams, un equipo de primer nivel en el básquet en silla de ruedas, pero él rechaza la oferta y decide quedarse a pelear con los Tigers, como una especie de promesa por haberlo abandonado en su momento, y perderse la compañía de su amigo Hitoshi Yamauchi, el cual empeoró su estado de salud y ya se encuentra cerca de la muerte. Y hasta le promete que convertirá a los Tigers en el mejor equipo, para que se pueda sentir orgulloso.
 Y los personajes que toman mucha chapa son Kaneko y Ryo Mizushima, nuevo personaje inválido que duda si integrarse a los Tigers porque el básquet no le llama la atención para nada. Ryo empezará a asombrarse del compañerismo de los Tigers, de su devoción por el deporte, y hasta tendrá la imagen de que esas personas no parecen personas inválidas (a las que considera débiles, como la mayoría de la sociedad), si no verdaderos deportistas. Y pegado a sus sentimientos tenemos la actuación de Kaneko, que en el partido contra los Dreams se sacrifica por su equipo hasta quedar extenuado y sufrir un desmayo. Este choque de sentimientos será lo más interesante y el motor que lleve el tomo.
 Nuevamente Takehiko Inoue patea el tablero, la historia adopta diferentes subtramas, se centra en diferentes personajes, y todo parece apuntarnos hacia una trama central, hacia una evolución constante, lenta, pero muy intimista, real y atractiva. En el dibujo no tenemos ya qué mencionar de este maestro de maestros del manga. Los fondos son detallados, tanto en la ciudad como en medio de una cancha de básquet, nunca parece vacío. Pero los rostros, las expresiones, los movimientos en un partido sin duda se sacan un 10, no tengo “peros” que ponerle.
 Si todavía no seguís este mango, empezá ya que Editorial Ivrea lo trae al país con sus Imports, en edición española, 8 páginas a color y sobrecubiertas.

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